La posición liberal comporta tomar al individuo como unidad de análisis. Lo que supone que el individuo es anterior a lo social. La unidad mínima teniendo en cuenta las condiciones de reproducción sería la pareja heterosexual; pero como la reproducción no es solo física, podríamos considerar a la unidad mínima como el conjunto de relaciones que nos mantienen, es decir, la sociedad. En este caso cada ser humano seria producto de cierto orden social.
Pese a esto, la revolución francesa, toma como mito fundador un contrato entre individuos iguales. Se acentúa la parte activa del sujeto y se niega el peso de las circunstancias. Lo social es el hecho de que cada individuo se relaciona con otros individuos en función de sus intereses. La continuidad procede de que hay caminos que satisfacen mejor los intereses personales que otros. Se trata de un modelo que recoge tres aspiraciones principales:
1. Al propio ser humano como hacedor de la sociedad
2. La libertad no genera caos, sino que produce armonías y regularidades
3. La historia ha llegado a su fin ya que no se concibe una sociedad mejor
Esta concepción individualista, destruye los principios del antiguo orden. El vinculo social queda sumamente debilitado. La respuesta es defender un concepción organicista radical: el todo social es anterior al individuo y permanece después de su muerte. La vida que requiere ser cuidad y protegida es la del organismo social. El origen social, es el determinante del lugar que se ocupa y de la trayectoria de vida. Uno no tiene proyectos individuales que le sean propios, sino que se acoge a lo que corresponda a su origen, condición y sexo.
La concepción de la sociedad como organismo es tomada por los ingenieros del nuevo orden empezando Saint Simon y culminando en la obra de Durkheim. La versión funcionalista del pensamiento de la modernidad suaviza el contenido organicista tomando elementos de la ideología liberal. Lo meritos de cada individuo determinan el lugar que ocupa y lo que precede al individuo es la existencia de esos lugares.
Durkheim contemplaba los cambios en términos de desarrollo, que se manifestaba por un aumento de la complejidad y del volumen. El orden social no podía depender de intereses particulares, sino generales y lo que estaba en juego era garantizar que los mejores ocuparan los lugares de mayor importancia funcional para el conjunto. Sin embargo, no ignoraba la existencia de obstáculos a la nueva estructuración de la sociedad. Presenta la herencia como primer obstáculo. La lucha de clases, en su opinión, se origina debido a la división forzada del trabajo y esta viene dada por la herencia.
Hay también otras vertientes. Linton señala las ventajas de la adscripción a las posiciones de las personas que las ocupan respecto de la adquisición, que se usan para justificar la monarquía parlamentaria. Parsons combina meritocracia y adscripción.
La perspectiva estructural funcional, conciba la sociedad como un sistema unido por vínculos funcionales y contempla la desigualdad en términos de estratificación. La desigualdad es el producto de un sistema de recompensas desiguales que estimula a competir por ocupar los mejores lugares. El talón de Aquiles aquí seria el grado de movilidad intergeneracional. El lugar de la mujer es el de compañera del hombre, la experiencia de formar parte de una sociedad abierta se manifiesta en la movilidad matrimonial. Este modelo da como resultado que se culpe a la víctima. Los desiguales no han sido desposeídos de la riqueza sino porque son perdedores. Además, según esta visión, el grado de modernidad de una sociedad está marcado por el grado de especialización y el grado de interdependencia de las partes.
Otro modo de aproximarse es admitir que los seres humanos somos producidos y a la vez negar que las relaciones de los unos con los otros tengan un carácter orgánico; nuestras capacidades, aspiraciones o conocimientos no son la pura expresión de una voluntad autónoma, sino un producto social como lo somos nosotros mismos. Mas que dinero, bienes materiales o patrimonio genético, también heredamos redes relacionales, capacidad de desear, acceso a la educación, estilos de vida, aspiraciones. Tan importante como la herencia material, es la herencia simbolica, a la que no se puede renunciar porque no es lo que tenemos sino lo que somos. Ante esto, la igualdad de oportunidades llega demasiado tarde, ya que se presenta como la manera de evitar la desigualdad cuando ya se ha producido.
La perspectiva conflictivista no representa la sociedad como un sistema estratificado, por el contrario, se pone el acento en las diferencias cualitativas y se conciben las desigualdades en términos relacionales. Los miembros de una clase están desposeídos porque los de la otra son poseedores. Los mismos méritos o desméritos son el resultado de esas relaciones. Esa desigualdad que nos opone construye nuestra subjetividad. La sociedad no está formada por relaciones entre individuos, sino que es el resultado de las relaciones entre clases antagónicas. Esta es la ruptura conceptual que propician Marx y Weber de manera distinta, por un lado Marx afirmando que las condiciones materiales son determinantes y por el otro Weber, señalando la autonomía de los tres ejes de la desigualdad: el económico, el político y el social. Aquí la superación de la desigualdad, supone el aniquilamiento de las posiciones sociales que la hacen posible.
Concepciones del ser humano y modelos de relación social: del sexo al genero
El desarrollo del capitalismo no se produce sin tensiones ni contradicciones, por un lado pone en marcha un proyecto de ser humano abstracto, dotado de una capacidad productiva. También intervienen medios de producción abstractos, en forma de capital. Y la libertad individual abstracta, entendida como la ausencia de restricciones, sobre la circulación y la contratación. Uno de los cambios más referidos cuando se señala el paso del feudalismo al capitalismo, es la supuesta pérdida de peso de la familia ocasionada por su pérdida de funciones. La concepción de ser humano como individuo autónomo, cuyo vinculo social principal es el contrato laboral, comporta la disolución de los vínculos comunitarios, y por ello la disolución de las responsabilidades personales.
El nuevo orden económico es autoritario de un modo nuevo, y requiere unas condiciones de producción de la propia vida humana que sean compatibles con el mismo. El liberalismo, llevado al límite, no puede prescindir de la familia; ya que la administración de la vida se sitúa entre ella y el estado. Hoy por una parte se supone que cada ser humano es un individuo; pero al mismo tiempo, se defiende el derecho de las mujeres a optar por ser amas de casa, o bien por obtener un trabajo remunerado. Así, pues, coexisten como si fueran compatibles, dos nociones de ser humano. La una como miembro de una familia, y la otra como individuo autónomo.
Veremos 2 concepciones del ser humano, la familista y la individualista:
Ámbito de vida | Concepción del ser humano | |
Familista | Individualista | |
Político | Sociedad autoritaria | Sociedad democrática |
Mercado de trabajo | Preferencia por la contratación de hombres con famila dependiente: mujer e hijos. | Igualdad de oportunidades para todos en el acceso al trabajo. |
Ingresos | Salario familiar: El hombre adulto adquiere la responsabilidad de ganar el pan. Los ingresos de la mujer se ven como complementarios o bien como dedicados a sus gastos personales o extras. | La determinación del nivel salarial y la conservación del lugar de trabajo no se vinculan a la situación familiar de los trabajadores. |
Trabajo Domestico | El trabajo de atención a la familia es responsabilidad de las mujeres. La mujer adulta es considerada ama de casa. | Toda persona es autónoma desde el punto de vista de la realización de la tares domesticas. |
Modelo de la familia | Fusional: el hombre y la mujer participan de un proyecto común estableciendo vínculos de complementariedad y por tanto se produce la división sexual del trabajo. El hombre ganador de pan la mujer ama de casa. El hombre y la mujer son dos medias naranjas que se complementan. | Asociativo: Desaparece la división sexual del trabajo. El hombre y la mujer son concebidos como dos naranjas que se acompañan mutuamente. |
Disolución del matrimonio | Fuertemente traumática por lo que comporta la destrucción del proyecto común. La mujer tiene problema en encontrar una fuente de ingresos y el hombre en cubrir sus necesidades personales. | Cada miembro continúa su proyecto personal de vida, o encara uno nuevo. La disolución del matrimonio es el resultado de un distanciamiento de los respetivos proyectos vitales. |
Posición socio-económica | En la actualidad es propio de niveles sociales muy altos o muy bajos. | Se trata de un modelo que no se ha implementado en su totalidad. Hay situaciones intermedias entre las personas jóvenes, con nivel de estudios e ingresos altos, y trabajos profesionales. |
Revisión conceptual: patriarcado y capitalismo
El patriarcado y el capitalismo no son objetos separados de sus productores, su realidad objetiva está sostenida por seres humanos en su práctica vital, y tienen tanta duración como la práctica vital de los seres humanos que encarnan esa estructura de relaciones. Eso es lo que hace de las relaciones sociales algo precario y a la vez tan consistente. Las relaciones en que unos poseen y otros se apropian, en que unos se someten a la dominación y otros ejercen el dominio son leves y a la vez insoportablemente pesadas, tanto que llegan a aplastarnos.
En tanto las posiciones sociales son el efecto de redes de relaciones, el capitalismo no es algo que los capitalistas hacen a los trabajadores sino algo que los unos y los otros producen conjuntamente; es el producto de sus relaciones. De igual modo ocurre con el patriarcado: es el efecto de las relaciones que se establecen entre las mujeres, los hombres y su descendencia.
El concepto de patriarcado
El patriarcado es un término que se utiliza indistintamente para referirse a los niveles económico, político e ideológico, mientras que con el término capitalismo se identifica un tipo específico de relaciones sociales de carácter económico.
El termino patriarcado se asocia igualmente a la dimensión del poder que a la económica, cultural o ideológica. La feminista radical Kate Millet, creía que se proponía señalar la naturaleza política de las relaciones sexuales u las relaciones hombre-mujer como paradigma de todas las relaciones de poder; así el patriarcado se sitúa en los niveles político-ideológicos.
Las teóricas del feminismo socialista afirman que la situación de las mujeres es de subordinación, por tanto atribuyen al patriarcado la dimensión del poder.
El patriarcado también puede ser visto desde una perspectiva materialista, entendiendo que su fundamento se halla en las condiciones de producción de la existencia material. Aquí se ve que el patriarca no solo se beneficia del trabajo gratuito de la esposa, sino de todos los demás miembros de la familia para generar su propio patrimonio.
Imaginemos un cubo, donde la altura sería la perspectiva que se adopta al estudiar las relaciones, tenemos 3 opciones:
• Culturalista: personas dependen de las ideas y creencias que tienen
• Materialista: personas determinadas por su existencia material
• Una tercera posición que otorga igual peso a ambos aspectos
La anchura del cubo representaría a la definición de que se hace en las relaciones:
• De explotación: donde uno se queda con el que otro produce (carácter económico material o libidinal)
• De dominación: donde unos se someten a la voluntad de otros
• De poder: donde unos se imponen a otros contra su voluntad
La profundidad del cubo, recogería las distintas posiciones de las relaciones entre hombres y mujeres:
• Patriarcas/esposas: hombre como matriarca y mujer como esposa
• Patriarca/patrimonio: la desigualdad no es solo con la mujer sino con todos los que se definen como patrimonio del patriarca. Así no solo entran las relaciones basadas en el sexo, sino también aquellas basadas en la edad
Entendería por patriarcado una estructura de relaciones sociales que se apoya en las diferencias físicas de edad y de sexo y al mismo tiempo las dota de significado social, por lo que quedan reificadas y producen subjetividades.
El concepto de capitalismo
Sostengo que el capitalismo es la expresión más extrema y a las vez la más precaria del patriarcado. Por el carácter dominante que tienen las relaciones de intercambio mercantil respecto de las demás relaciones y por el hecho de que el hombre adulto es el que tiene acceso prioritario y predominante a los medios que permiten e intercambio de mercado.
Recordando a Marx, bajo el capitalismo el trabajador ya no es ser humano que trabaja, sino mercancía fuerza de trabajo, capacidad abstracta de trabajar.
Lo revolucionario de la perspectiva de Marx, es el abordaje de los beneficios, los cuales dependen de que la cantidad de trabajo aportada por el trabajador sea superior a la socialmente necesaria para producir su existencia, y no de que los precios de mercado sean superiores a los precios de producción. En el capitalismo no están explotados los consumidores o compradores, sino los trabajadores.
Así podemos comparar a los trabajadores con el grupo de las amas de casa, ambos son un grupo con una suerte común. El estatuto del trabajo domestico no es un problema teórico, sino político. Mediante esto, el sexo se convierte en un anexo a la teoría de las clases sociales.
Conclusión
Revisando lo antes mencionado, podemos decir que el patriarcado es algo propio del capitalismo, pero es a la vez en él donde se lo ve más frágil; el mismo consiste en el establecimiento de relaciones jerárquicas basadas en el sexo y la edad, que terminan modificando y determinando otros aspectos y relaciones de la vida cotidiana. Así vemos, como a la división marxistas entre capitalistas y proletarios, podemos actualizarla de manera de agregar a las “amas de casa”, que son el grupo encargado de mantener en bajo costo la vida de los trabajadores, necesaria para la producción económica de la manufactura.
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