domingo, 12 de octubre de 2008

Más allá de la “identidad” – Brubaker y Cooper

Más allá de la “identidad” – Brubaker y Cooper

La hipótesis de este artículo es que las ciencias sociales y humanas se han rendido ante la palabra identidad; que eso tiene costos tanto intelectuales como políticos; y que podemos mejorar. Identidad tiende a significar demasiado, demasiado poco o nada. Creemos que la labor conceptual teórica que el termino identidad debe hacer, podría ser llevaba a cabo de mejor manera con otros términos.

LA prevaleciente postura constructivista que intento liberar al término identidad mediante la estipulación de que las identidades son construidas, fluidas y múltiples, nos deja sin argumento para hablar sobre identidades. La suavidad del constructivismo permite la proliferación de identidades putativas. Pero mientras estas proliferan el término pierde su valor analítico. Si la identidad está en todas partes entonces no está en ninguna.

No pretendemos aquí entrar en el debate de las identidades políticas, sino en cuestionar al termino como categoría analítica.

Usos de “identidad”

Si bien el término es ampliamente ambiguo, podemos distinguir algunos usos claves:

· Entendido como piso para la acción social o política, identidad suele oponerse a interés. Se usa para subrayar la forma en que la acción puede ser gobernada por auto comprensiones particularistas en vez de por propio interés putativo.

· Entendida como un fenómeno específicamente colectivo, identidad denota una igualdad fundamental y consecuente entre los miembros de un grupo o categoría.

· Entendido como un aspecto central de la conciencia del ser individual o como una condición fundamental de la vida social, la identidad es invocada para nombrar algo pretendidamente profundo, básico, perdurable, o fundacional.

· Entendida como un producto de la acción social y política, el termino es invocado con el objeto de iluminar el desarrollo procesual, interactivo del tipo de auto comprensión, solidaridad o grupalidad colectivos que posibilitan la acción social.

· Entendida como el producto evanescente de discursos múltiples y competentes, la identidad es invocada para iluminar la naturaleza inestable, múltiple, fluctuante y fragmentada del “yo” contemporáneo.

Claramente al término identidad se le demanda el cumplimiento de muchas funciones. Estos usos no son sólo heterogéneos; apuntan en direcciones completamente diferentes. De seguro hay ciertas afinidades entre algunos de ellos, pero hay también fuertes tensiones.

Así, identidad soporta una carga teórica polivalente, incluso contradictoria. ¿Necesitamos realmente ese término pesadamente cargado y profundamente ambiguo? No estamos persuadidos de que identidad sea indispensable. A continuación bosquejamos algunos términos analíticos alternativos que pueden hacer el trabajo necesario sin la confusión del caso.

Conceptos fuertes y débiles de identidad

Los conceptos fuertes de identidad preservan el sentido común del significado del término, y acarrean supuestos profundamente problemáticos:

  • Identidad es algo que todas las personas tienen, deberían tener o buscan.
  • Identidad es algo que todos los grupos tienen o deberían tener.
  • Identidad es algo que las personas pueden tener sin ser conscientes de ello. Es algo a ser descubierto.
  • Nociones fuertes de identidad colectiva implican nociones fuertes de límite y homogeneidad grupales. Ellos implican un alto grado de grupalidad.

Las concepciones débiles de identidad, en cambio, rompen conscientemente con el significado cotidiano del término. Son éstas las que han sido recientemente favorecidas en discusiones teóricas sobre identidad. Pero esta teoría del “sentido común” tiene sus problemas, aquí expresamos tres de ellos:

  • Constructivismo cliché: conceptos débiles o suaves son envueltos rutinariamente con calificativos estándar, indicando que la identidad es múltiple, inestable, cambiante. Corren el riesgo de convertirse en meros indicadores de actitud, gestos que señalan una postura más que palabras que expresan un significado.
  • No está claro por qué los conceptos débiles de identidad son conceptos de identidad. El sentido cotidiano de identidad sugiere fuertemente algo de persistencia, algo continuo, lo mismo mientras otras cosas están cambiando. ¿Para qué usar el término identidad si este significado central es expresamente repudiado?
  • Los conceptos débiles de identidad pueden ser demasiado débiles como para ser empleados en trabajos teóricos. Los adeptos a la visión blanda de la identidad nos dejan con un término tan infinitamente elástico que se vuelve inútil para llevar a cabo un trabajo analítico serio.

Nosotros argumentamos que lo que es interesante e importante en este trabajo suele no depender del uso de identidad como una categoría analítica.

En otras palabras

Propondremos entonces términos alternativos al de identidad. Nuestra estrategia ha sido más bien desentrañar la espesa maraña de significados que se han acumulado alrededor del término identidad, y dividir el trabajo entre un número de términos menos congestionados. Bosquejaremos aquí tres ramas de términos.

Identificación y categorización

Como un término procesual y activo derivado de un verbo, identificación carece de las connotaciones reificantes de identidad. Nos invita a especificar los agentes que llevan a cabo la acción de identificar. Y no presupone que tal acción de identificar deberá necesariamente resultar en la igualdad interna. La identificación es intrínseca a la vida social, identidad en el sentido fuerte no lo es.

La identificación invita a la especificación de los agentes que llevan a cabo la tarea de identificar. Pero la identificación n requiere de un identificador específico.

Autocomprensiones y la locación social

La autocomprensión se trata de un termino disposicional que designa lo que podría llamarse “subjetividad situada”: el propio sentido de quién es uno, de la propia locación social, y de cómo uno está preparado para actuar.

Este término no implica un modo distintivamente moderno u occidental de entender al yo como una entidad homogénea, limitada y unitaria. La conciencia de quién es uno puede asumir muchas formas diversas.

Como el termino identificación, autocomprensión carece de las connotaciones reificantes el termino identidad. Sin embargo no está restringido a situaciones de flujo e inestabilidad. Sin embargo, este término no puede hacer todo el trabajo de la identidad, aquí destacamos tres limitaciones del mismo:

· Es un término subjetivo y autorreferencial. Designa la propia concepción que uno tiene sobre quién es.

· La autocomprension parecería privilegiar la conciencia cognitiva. Como resultado, parecería no capturar el proceso afectivo y emotivo sugerido por algunos usos de identidad.

· Como un término que enfatiza la subjetividad situada, no capta la objetividad afirmada por las visiones fuertes de identidad.

Comunidad, conexionismo y grupalidad

En lugar de mezclar todas las autocomprensiones basadas en raza, religión, etnia, etc. Dentro del gran conteiner de la identidad, sería mejor emplear un lenguaje analítico mas diferenciado. Términos como comunidad, conexionismo y grupalidad podrían ser útilmente empleados aquí en lugar del todo terreno de identidad. Este es el tercer grupo de términos que proponemos. Comunidad denota compartir algún atributo común, y conexionismo los lazos relacionales que unen a las personas. Grupalidad, es el sentido de pertenecer a un grupo unido, distintivo y solidario.

Conclusión

No hemos discutido acerca de las políticas de identidad. Persuadir a la gente de que son uno, de que integran un grupo limitado, distintivo, solidario; de que sus diferencias internas no importan, por lo menos para los fines inmediatos: esto es una parte normal y necesaria de la política. Pero no pretendemos privar a nadie de identidad como una herramienta política.

En cambio, nuestra discusión se ha centrado en el uso de identidad como concepto analítico.

Criticar el uso de identidad en el análisis social no es cegarnos a la particularidad. Es en cambio concebir los reclamos y posibilidades que surgen de afinidades y afiliaciones particulares, de comunalidades y conexiones particulares, de historias y autocomprensiones especificas, de problemas singulares y predicamentos de manera más diferenciada.

No hay comentarios: